Publicado en: Bellvitge ultimo distrito nº 1 el 1 de julio de 1992 Autor: José Hernández Arellano. Vocal de Cultura Asociación de Vecinos de Bellvitge
Bellvitge es una zona de la Marina Hospitalense, su ermita romanica, construida en 1050, es un simbolo arquitectónico al lado de los bloques prefabricados.
Pero, ¿de donde surgió este barrio con casi treinta años de vida ?. Seguramente, de aquellos intereses especulativos del régimen franquista.
Las relaciones sociales del sistema totalitario determinan la forma de construir y edificar viviendas para concentrar trabajadores de sectores industrializados en reducidos espacios. Por eso no es de extrañar que el año de inicio de la construcción de Bellvitge (1964) coincida con la cifra mas elevada de inmigración en Cataluña.
La historia de Bellvitge como barrio la escriben sus gentes, sus Asociaciones, sus Entidades y no los especuladores, aunque a ellos se deba que el plan marcial de 1953, fuera aprobado en 1956 y en 1959 la inmobiliaria Ciudad Condal, como propietaria de gran parte de los terrenos, solicitara que dejasen a su cargo la edificación del nuevo barrio.
La inmobiliaria Ciudad Conda, se puso en contacto con empresas Francesas de producción de módulos prefabricados y en 1963, en Marsella, se crea la empresa CIDESA. En 1964 se ponen en marcha las primeras edificaciones del barrio, donde sus promotores para atraer a los trabajadores de rentas bajas decían; " EN BELLVITGE HAY VIDA".
Muy cerca de la ermita de Bellvitge, se empezaron a construir los dos primeros bloques. En 1965 fueron habitados, prácticamente sin servicios, y el monopolio de estos recalan en las mismas manos, con lo cual hacían que los precios fueran altos y los vecinos con mucha frecuencia realizaran sus compras en Barcelona.
Como estos polígonos de viviendas que se construían para los trabajadores, eran urbanísticamente deficientes, al poco tiempo de ocuparse en Bellvitge surgieron los problemas, y los vecinos, para poder cruzar la Autovía de Castelldelfels, tuvieron que construir un paso subterráneo, por donde podia únicamente una persona agachada, pues a los dos años de la existencia del barrio, ya habían muerto cuatro personas atropelladas al intentar cruzarla.
Debido a la construcción de los edificios por módulos prefabricados, éstos se construían a pasos agigantados y la población creció muy rápido, con la gravísima situación de equipamientos y una urbanización deplorable. Esto dio lugar a que los vecinos tuvieran que organizarse en defensa de unos servicios dignos.
La falta de transportes, colegios, consultorios, mercados, farmacias, etc..., hacen que en Bellvitge, a los tres o cuatro años de existencia, brotaran las luchas vecinales que cada vez fueron mayores hasta conseguir que las inmobiliarias dejaran de construir y se marcharan para siempre.
En 1977, la Corporació Metropolitana de Barcelona aprueba la revisión del plan parcial de Bellvitge. Quedaron sin edificar 17 torres de 18 pisos, 10 bloques de 16 pisos y los edificios de locales comerciales. Por lo tanto los vecinos ganaron la batalla.
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